El salvavidas de Monómeros estaba en un financiamiento que se negociaba el Banco Interamericano

El presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015, Juan Guaidó, en su rol de mandatario interino se negó a firmar una carta dirigida al presidente de Colombia, Iván Duque, impulsada por los partidos Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo en la cual se le pedía ayuda para que la empresa petroquímica y 100% filial de Pequiven pudiera obtener un financiamiento del BID Invest, que es uno de los organismos del Banco Interamericano de Desarrollo.
“Nos permitimos someter a su consideración apoyo al proceso de financiamiento a largo plazo con organismos multilaterales, que en particular ya se vienen adelantando con el BID Invest”, señala la misiva que tiene las firmas de Juan Pablo Guanipa y Alfonso Marquina (PJ), Nora Bracho (UNT) y Pierre Maroun (AD).
Una fuente vinculada al organismo multilateral explica que esa solicitud no puede gestionarse porque esa rama del Banco Interamericano solo aprueba préstamos a empresas privadas y Monómeros afronta dos problemas: en primer lugar, 100% de su capital pertenece a una compañía como es Pequiven que pertenece al Estado venezolano; y segundo, afronta una situación dual por el hecho de que el gobierno de Duque no reconoce las decisiones de la administración de Nicolás Maduro y las autoridades nombradas por Juan Guaidó no han saneado la gestión de la empresa sino todo lo contrario.
El BID si bien en un principio reconoce a Guaidó como presidente al punto que aceptó que el economista Ricardo Hausmann fuera representante de Venezuela, cuando éste renunció a esa posición, ese organismo se ha negado a aceptar un nuevo delegado nombrado por el Gobierno interino, y más bien está en línea con otros organismos multilaterales como el FMI, Banco Mundial o la CAF que prefieren prefieren esperar que haya una acuerdo político en México.
Por el lado de Guaidó y en específico del partido Voluntad Popular, una de las razones para negarse a firmar la carta, al igual que hizo el diputado Carlos Berrizbeitia (Proyecto Venezuela), fue porque se critica la medida de control emitida por parte de un organismo del Estado colombiano como es la Superintendencia de Sociedades, sobre la cual hay consenso en ese país de que se trata de una institución absolutamente técnica y con profesionales capacitados de alto nivel. Situación que hubiera agravado las relaciones de la oposición con la administración de Duque.
“La Superintendencia de Sociedades fundamentó su decisión en información que se aparta de al realidad financiera, jurídica y administrativa de Monómeros”, señala la carta a Duque que no tiene la firma de Guaidó. “La decisión ha ocasionado el rompimiento inmediato de las relaciones comerciales entre Monómeros y sus proveedores, así como ha agudizado la estrechez de caja de la compañía”, añade.