El dilema de PDVSA: exportar crudo y obtener divisas vs reactivar refinerías y atender demanda de combustibles

Las metas anunciadas por el ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, de alcanzar para fines de año una producción de 1,5 millones de barriles diarios de crudo y 500.000 barriles por día de combustibles se chocan con una realidad que afronta Petróleos de Venezuela (PDVSA) y las empresas mixtas: el nivel actual se dirime entre atender la exportación y obtener ingresos en divisas con descuentos que varían entre 20% y 30% en cada despacho o utilizarlo para el sistema de refinación.
La producción está entre 500.000 y 600.000 barriles por día sin posibilidad real de aumentar debido a la falta de recursos financieros por parte de PDVSA, las limitaciones que tienen sus socios en empresas mixtas por las restricciones de las sanciones del gobierno de Estados Unidos y que siga sin concretarse una licencia o autorización que favorezca el swap o intercambio de crudo por diesel o con fines humanitarios.
Las operaciones de las refinerías, por su parte, están marcadas por la inestabilidad en la producción. Si bien han elevado su capacidad de procesamiento de niveles incluso por debajo de 10% que se tenían en abril y mayo del año pasado a porcentajes que están entre 30% e incluso 40%. El objetivo de El Aissami apunta al menos a tener la mitad de la capacidad del sistema de refinación nacional.
De acuerdo a reportes de fuentes vinculadas a PDVSA, el nivel actual de producción en el mejor de los casos alcanza un rango entre 120.000 y 140.000 barriles por día, de los cuales la mitad se corresponde a gasolina, 35% diésel y entre 10% y 15% otros productos refinados, pero aún existe un déficit para atender la demanda actual que varía entre 60.000 y 70.000 barriles por día.
La importación solventaría de un día para otro los problemas, bien sea porque se permita a Citgo -la filial de PDVSA en Estados Unidos- atender esa brecha o porque el gobierno estadounidense a través del Departamento del Tesoro otorgue una licencia o permiso con fines humanitarios o se permita una mayor actividad de la empresa Chevron, la única compañía norteamericana operadora que permanece en Venezuela.