El próximo 27 de julio vence el plazo que concedió la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, para que cesen totalmente las operaciones en Venezuela de las compañías petroleras norteamericanas como parte de las sanciones que impuso el gobierno de Donald Trump.
En el grupo de compañías afectadas se encuentra Chevron, que es socia de PDVSA en empresas mixtas para la producción de petróleo, y de allí que haga gestiones de lobbying o cabildo ante la OFAC y otras instancias de la Casa Blanca, el Congreso de Estados Unidos y el Partido Republicado para obtener una prórroga de al menos un año, que concluiría a mediados del año 2020.
En caso que esa licencia no sea concedida, Chevron tendrá que cesar operaciones en las sociedades que tiene con PDVSA en Petroindependencia y Petropiar en la faja del Orinoco; y Petroboscán y Petroindependiente en el occidente de Venezuela, así como el proyecto gasífero de la plataforma deltana de Lorán-Manatee.
Las sanciones que impuso la OFAC han señalado que la única forma para que se levanten las sanciones personales, así como las que se establecieron contra PDVSA están sujetas a que el presidente Nicolás Maduro se aparte de la máxima magistratura de Venezuela y se convoquen a elecciones para restablecer la institucionalidad del país sudamericano.
La licencia otorgada a Chevron por parte de la OFAC también favoreció a las empresas de servicios petroleros Schlumberger, Halliburton, Baker Hughes y Weatherford.
PUBLICADO: 08 de julio de 2019