El Mundo de la Energía
Miércoles 25 Diciembre 2024 01:14:47 PM

El gas natural ofrece a Venezuela la oportunidad para reincorporarse al escenario energético internacional

Mariana Vargas Carballo: “El gas natural en el mercado estamos buscando quiénes son los proveedores de esa energía que tiene cualidades particulares y positivas” (Foto Gas Energy Latinamerica)

Alexander Uzcátegui

La guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto al gas natural no solo en las noticias económicas y energéticas sino en los temas geopolíticos. La construcción de nuevos gasoductos en Europa genera tensiones y en América Latina los hidrocarburos gaseosos empiezan a dominar la agenda de los gobiernos de Venezuela y Colombia, tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas por parte de los gobiernos de Nicolas Maduro y Gustavo Petro.
La analista internacional Mariana Vargas Carballo, quien forma parte del equipo de la firma consultora Gas Energy Latinamerica, resalta el rol que esta teniendo frente al petróleo y las energías renovables.

- ¿Cuál es el riesgo de que se paralice el suministro de gas natural a Rusia a Europa después de más de 6 meses de la guerra en Ucrania?

-Ahora el tema está cambiando desde lo económico hacia lo geopolítico porque estamos viendo como la política exterior, la necesidad de algunos países, sobre todo de Alemania están llamando la atención de las personas, de los gobernantes, de las organizaciones. Las sanciones a Rusia eran una respuesta política de Europa por la invasión de Ucrania, pero ahora ya que han pasado unos cuantos meses estamos viendo a quién están afectando en realidad esas sanciones, cómo está jugando esto en contra de Europa más que en contra de Rusia. 
Esto ha generado que países europeos como Alemania comiencen a considerar y retomar el mercado de importación de gas natural desde Rusia, al igual que otros como Francia, que incluso han hablado sobre crear otro gasoducto que conecta a Europa con Rusia. Gracias a las amenazas que Vladimir Putin ha hecho de manera muy superficial.

- ¿Cuales?

-Hay una que me pareció maquiavélica como la que dijo que los gasoductos hay que mantenerlos, hacerles mantenimiento cada cierto tiempo como el que conecta hacia Europa, lo cerró y dijo que lo volverá a hacer, pero ya estamos entrando en invierno y los países europeos no están comprando la historia de que es por mantenimiento, por lo tanto están considerando hablar con Vladimir Putin para ver cómo se puede resolver este invierno y si se puede construir reservas o almacenamiento para el próximo, pero las plantas de almacenamiento llevarán tiempo e inversión.

-El problema que tiene la Unión Europa es que son muchos países y no todas las economías son del mismo tamaño. Cada país intenta adaptarse a las nuevas políticas energéticas. ¿Cómo se relaciona el suministro de gas ruso con las políticas de energía renovables?

-Las acelera, pero de una mala manera. Se ve forzado a invertir gran cantidad de dinero en tecnología, conocimiento y materiales para poder obtener esa energía renovable, pero eso toma más tiempo. Además, este mercado energético renovable tiene costos que se asemejan a los de la energía fósil. Eso es al menos un beneficio que antes estas energías no tenían. Antes pensar en un módulo fotovoltaico era pensar en miles de dólares en inversión a diferencia de considerar una estación de gasolina para los automóviles de un país.
Estamos hablando de países donde la pandemia afectó y ahora afrontan inundaciones, olas de calor y la energía comenzó a tener otro precio. El impacto de precios en Estados Unidos ha sido alto, pero en Europa ha sido considerablemente más elevados por su localización, gran demanda y por las políticas inestables que tienen. A eso se agrega fallas dentro de las políticas públicas que tiene Europa.

En Europa vemos que surgen tensiones entre Francia, Italia y España por nuevos gasoductos. ¿Cómo entender esos conflictos entre estos países por el gas natural?

-Primero porque es una fuente energética económica. Segundo porque hay altos volúmenes y tercero porque la tecnología ha evolucionado a tal punto que se puede llevar el gas de estado gaseoso a líquido a través de la licuefacción. Por lo tanto, se puede transportar a largas distancias, lo cual es un beneficio.
El gas se lleva varios grados bajo cero, manteniendo ese estado líquido de donde se pueden sacar otras energías que también son positivas para esos países.
Por otro lado, Europa tiene la infraestructura en miles de viviendas donde se conectan a través de tuberías que son para gas, se ha logrado industrializar a mayor escala y por eso es que estamos viendo una gran demanda y ahora sale a flote este conflicto a raíz del conflicto Rusia-Ucrania porque la oferta ha disminuido.

-En América Latina, vemos que también el tema del gas natural tiene notoriedad. Por ejemplo, el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, declaró que su país necesita el gas que produce Venezuela por el gasoducto Antonio Ricaurte que se construyó hace más de 10 años, estuvo mucho tiempo sin uso y parece que lo van a reactivar otra vez. ¿Es posible a mediano plazo una reactivación de ese gasoducto?

-Sí lo veo posible, sin embargo, el gas va a tener que tomar en cuenta la competencia de precios que se pueda dar en Colombia. Las reservas de gas de Colombia han disminuido de dos cifras a una. Están explorando nuevas maneras u otras alternativas para mantener el consumo, lo cual me parece que es acertado. El problema es que se da una aceleración hacia esa energía de transición, que es lo bueno que tiene el gas, es rico en volumen, tiene un buen precio y a nivel calórico funciona muy bien, no es tan contaminante en comparación con otras energías fósiles.
El beneficio que tiene ahora es de recursos. En el mercado colombiano se le otorga un volumen de recursos que llega a siete años, mientras que ahora buscan cómo mantenerse si se acaban las reservas. Por el lado de Venezuela, al ver los mechurrios y el venteo de gas, se ve que ese gas se puede utilizar.
Sin embargo, Colombia ahora con el presidente Gustavo Petro tiene una nueva política energética, Ecopetrol como empresa está tomando también una nueva política energética que incluso quiere dejar a un lado nuevos contratos energéticos de exploración y explotación de pozos y quiere irse directamente hacia energías renovables. Esta aceleración más allá de llevar a cabo inversión está dando a entender que van a seguir utilizando el gas como energía de transición.

-Pareciera que Venezuela sí va a considerar en serio la posibilidad de exportar gas

-Venezuela tiene una oportunidad para reincorporarse al escenario energético internacional y todo esto se debe a la crisis ruso-ucraniana. Gracias al déficit de gas natural en el mercado estamos buscando quiénes son los proveedores de esa energía que tiene cualidades particulares y positivas y las ventajas que posee en el mercado.
Por eso es que ahora estamos viendo como los países, sea Colombia, los que conforman la Unión Europa, los asiáticos o en Norteamérica están buscando a los grandes proveedores que exportan ese recurso y claro que van a voltear a Venezuela, que debe tomar decisiones para tener una posición ventajosa para reinsertarse en el mercado internacional.
 

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PUBLICADO: 15 de septiembre de 2022
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