La producción petrolera de Brasil se ha incrementado en 64% en los últimos 10 años para alcanzar un pico sobre los 3,6 millones de barriles por día a fines del año pasado, aunque en 2024 ha registrado una ligera caída a 3,4 millones de barriles-día, pero en cualquier caso ya este país es el principal productor de crudo en América Latina.
En ese mismo período, Venezuela ha registrado una caída de su producción con un porcentaje similar -alrededor de 65%- al descender de algo más de 2,7 millones a cerca de 943.000 barriles por día, perdiendo el sitial que llegó durante una centuria como el principal productor de la región.
Por otro lado, desde el punto de vista comercial, Brasil en una década ha cuadruplicado sus exportaciones de crudo y productos derivados hacia los Estados Unidos, alcanzando su máximo a fines de 2023 con un volumen de 400.000 barriles diarios, lo que ya le permite ubicarse entre los cinco suplidores de petróleo de ese país solo superado por Canadá, México y Arabia Saudita y en clara competencia con Venezuela.
Parte de esa realidad energética marcada por los hidrocarburos se convierte en una de las razones por las que Brasil objetaría el ingreso de Venezuela al mecanismo de los BRICS, como bloque económico en el que también participan Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica con la membresía asociada de Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía.
¨No hay consenso en torno a los miembros originarios de los BRICS para dar ingreso de manera completa a Venezuela. Rusia y China tienen una postura a favor, mientras que India y Brasil mantienen una posición distanciada”, sostiene el economista Elio Córdova, docente en la UCV y asesor de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
El experto pone de relieve el foco energético que tiene los BRICS tomando en cuenta que actualmente cinco países son productores petroleros, tres pertenecen a la OPEP y cuatro si se toma en cuenta la participación de Rusia en el mecanismo de la OPEP+.
“Venezuela tiene grandes fortalezas que ofrecer para este bloque de economía, entre ellos el petróleo con las reservas probadas y certificadas; y lo que ocurrió en la cumbre de Johannesburgo del año pasado indica que se busca establecer nuevas reglas de juego en la comercialización del petróleo”, puntualizó Córdova. “Venezuela y Brasil, lejos de plantearse una competencia como países petroleros, deben propiciar una complementación y aprovechar su posición geográfica para ser un epicentro y lograr una conexión expédita hacia otros mercados, pero eso requiere de grandes inversiones para desarrollar infraestructuras de servicios”, añadió.
PUBLICADO: 23 de octubre de 2024