Venta de divisas de Chevron, Repsol y Maurel & Prom representa hasta 40% del mercado cambiario en Venezuela

Una interrogantes e incertidumbre que expresan los agentes económicos en Venezuela es cuál sería la consecuencia sobre el mercado cambiario si el gobierno de los Estados Unidos decida no mantener las licencias que otorgó a las compañías extranjeras que son socias de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en empresas mixtas de hidrocarburos líquidos.
Alrededor de 40% de la venta de divisas que mensualmente se está realizando está soportado principalmente por Chevron, que es la única petrolera estadounidense con presencia en Venezuela; y en menor escala la española Repsol y la francesa Maurel & Prom, que, en un contexto de sanciones por parte de los Estados Unidos, cuentan con licencia o permiso por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) para operar en el país sudamericano.
“En promedio los socios B de PDVSA y las empresas que tienen licencia de la OFAC para operar petróleo en Venezuela están proveyendo un promedio de cerca de 200 millones de dólares al mercado formal de divisas venezolano”, señala la economista Tamara Herrera. “En abril y mayo la oferta de divisas de los socios de PDVSA estuvo en 240 millones, pero ahora está en 180 millones porque se vio afectado por el descenso de los precios del petróleo”, agrega.
Indica que, en total, la intervención en el mercado cambiario ha alcanzado un promedio de 450 millones de dólares mensuales, pero advierte como en julio se alcanzó un pico por el orden de los 900 millones para caer en agosto a 350 millones de dólares.
La economista advierte que la venta o también llamada “quema” de divisas ha sido utilizada para contener el tipo de cambio en una tasa entre los 36 y 37 bolívares por dólar y de esa manera también evitar presiones sobre la tasa de inflación.
“Estamos viendo que para los próximos cuatro meses que le restan a 2024, se necesitarán cerca de 2.000 millones de dólares para contener el tipo de cambio”, indica Herrera. “La sostenibilidad de la política cambiaria está amenazada, pero es difícil determinar por cuánto puede mantenerse estable el tipo de cambio porque es una decisión política y nos parece un exceso la cantidad de divisas de origen petrolero que se han tenido que vender para defender el bolívar”, añade.