Citgo redujo 13,5% su volumen de compra a Ecopetrol en primeros seis meses de 2023

La relación comercial entre Ecopetrol y Citgo, la filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), ha logrado mantenerse al punto que ese negocio representa la quinta parte del crudo colombiano que se exporta hacia Estados Unidos.
Entre enero y junio de 2023, Citgo recibió un promedio de 41.600 barriles diarios de crudo Castilla, volumen que está 13,4% por debajo del nivel que registró durante el mismo nivel del año pasado. Esa cantidad, no obstante, representó exactamente 22% del total del crudo que envió Colombia -principalmente a través de Ecopetrol- hacia el mercado estadounidense.
Justamente ha sido Ecopetrol a lo largo de los últimos cuatro años uno de los principales y escasos beneficiados con la política de sanciones que impuso el gobierno de Estados Unidos hace cuatro años a PDVSA y desde la junta directiva de Citgo se privilegió a la empresa estatal colombiana, al punto que alcanzó la recepción superior a los 80.000 barriles diarios durante el primer trimestre de 2020.
Con la llegada al poder en Colombia del presidente Gustavo Petro y el restablecimiento de relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro, una de las peticiones y hasta exigencias expresados por la parte venezolana ha sido que se suspenda ese contrato comercial entre Ecopetrol y Citgo.
El argumento parte de considerar que el equipo gerencial de la filial de PDVSA, encabezado por Carlos Jordá, fue designado por el desaparecido gobierno interino presidido por el dirigente político Juan Guaidó, aunque ciertamente esa selección correspondió a los directores de la llamada PDVSA ad hoc, que fueron nombrados por los diputados de la Asamblea Nacional de 2015.
En abril pasado, asumió las riendas de la Presidencia de Ecopetrol, Ricardo Roa Barragán, y desde el Ministerio de Petróleo y PDVSA se asumió que se daría una reducción o rescisión del contrato con Citgo, pero ocurrió todo lo contrario y la gestión del nuevo titular de la empresa colombiana ha estado marcado por las polémicas, comenzando por la adjudicación de contratos a favor de su pareja Julián Caicedo Cano.
Posteriormente, Roa también se vio envuelto en las denuncias hechas por el hijo del presidente colombiano, Nicolás Petro, en cuanto a la recepción de presuntos fondos provenientes del lavado de activos. Tampoco escapó a la verborrea que lanzó el exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti.
A lo anterior se agrega la salida de Irene Velez Torres de la cartera de Minas y Energía de Colombia y la llegada del nuevo titular Andrés Camacho; mientras que en Venezuela también tuvo sus propio escándalo en el sector energético con toda la trama de corrupción que se reveló en PDVSA junto a operaciones con criptomonedas y las complicaciones que ha afrontado el ministro de Petróleo y presidente de la estatal venezolana, Pedro Rafael Tellechea, por las cuentas por cobrar e incobrables por concepto de las exportaciones.