El precio de la cesta OPEP -que es una referencia de los 13 tipos de crudo de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo- se aproxima a los 100 dólares por barril, empujado por las tensiones políticas y la posibilidad de un conflicto bélico en Ucrania y esa cotización no se veía desde principios de septiembre de 2014.
No obstante, hay una excepción en la OPEP y es Venezuela cuyo crudo de referencia como es el Merey, que se ofrece con una rebaja igual o superior a los 20 dólares debido a que se trata de una mezcla pesada, mayoritariamente está fuera de las especificaciones técnicas, no cumple con los parámetros de calidad y Petróleos de Venezuela (PDVSA) debe comercializarlo con un descuento para evadir las sanciones que le impuso el gobierno de Estados Unidos hace tres años.
Los restantes crudos que conforman la cesta OPEP ya cruzaron la barrera de los 90 dólares y se aproximan a los 100 dólares por barril como el Saharan Blend (Argelia), Girassol (Angola), Djeno (Congo), Zafiro (Guinea Ecuatorial), Rabi Light (Gabon), Iran Heavy (Iran), Basra Light (Irak), Kuwait Export (Kuwait), Es Sider (Libia), Bonny Light (Nigeria), Arab Light (Arabia Saudita) y el Murban (Emiratos Árabes Unidos).
“Los precios del petróleo también han subido como resultado de la mayor preocupación del mercado sobre la posibilidad de interrupciones del suministro de petróleo, especialmente relacionadas con las tensiones relativas a Ucrania, junto con la disminución de la preocupación del mercado de que la variante Omicron de COVID-19 tenga efectos generalizados en el consumo de petróleo”, según un pronóstico de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, EIA por sus siglas en inglés, el 8 de febrero.
En ese entonces la EIA esperaba que el precio del crudo tipo Brent del Mar del Norte tuviera un precio promedio de 90 dólares por barril, “ya que la continua reducción de los inventarios mundiales de petróleo, según nuestras previsiones, mantendrá los precios del crudo cerca de los niveles actuales en los próximos meses”.
Incluso se preveía que a mediados de año habría presiones hacia la baja sobre los precios por el crecimiento de la producción de petróleo de la Organización OPEP+ y de Estados Unidos.
En enero de este año se consumieron 99 millones de barriles de petróleo y combustibles en el mundo, según las estimaciones de la EIA, que previó un consumo promedio de 100,6 millones b/d en todo 2022, 3,5 millones más que en 2021.
Sin embargo, la EIA reconoció que “Una amplia gama de posibles resultados macroeconómicos podría afectar significativamente a los mercados energéticos durante el periodo de previsión”.
Otros imprevistos que pueden afectar el mercado son los efectos cambiantes del comportamiento de los consumidores sobre la demanda de energía a causa de la pandemia; la incertidumbre sobre la oferta en las previsiones se debe a la posibilidad de que se produzcan interrupciones, a las decisiones de producción de la OPEP+ y al ritmo al que los productores estadounidenses de petróleo y gas natural aumenten las perforaciones.
PUBLICADO: 23 de febrero de 2022