El Mundo de la Energía
Jueves 26 Diciembre 2024 01:30:10 AM

Jeremy Martin: “Los proyectos petroleros en marcha favorecen a Guyana”

Martin: “No creo que en este momento ni los rusos ni los chinos vayan a poner dinero en Venezuela” (Foto Instituto de Las Américas)

Por Andrés Rojas Jiménez 

Jeremy Martin tiene una visión energética de toda América Latina. Desde su posición como vicepresidente de Energía y Sostenibilidad del Instituto de Las Américas en el núcleo de San Diego de la Universidad de California, junto al equipo que lo acompaña, tiene una visión global de la región, de allí que considere que el impacto negativo pueda ser mayor por los proyectos expansión de producción que en el ámbito petrolero tenían la mayor parte de los países y por la dependencia que casi todos tienen en los ingresos provenientes del sector de hidrocarburos.
No obstante, señala que los planes que empresas como Exxon Mobil tienen en Guyana continuarán en detrimento de los que preveía concretar en Brasil o Argentina. Al referirse a Venezuela, admite sus dudas sobre la posibilidad de un cambio político y señala que afronta una situación de Estado colapsado como en Siria.
Globalmente, advierte que las proyecciones que hay sobre exceso de oferta de crudo indican que está en no menos de 20 millones de barriles por día, lo que implica que el acuerdo de OPEP+ de recortar 10 millones de barriles por día, todavía deja una brecha por cubrir.

-¿Cómo percibe al sector energético y el petrolero post cuarentena o aislamiento en América Latina?

-Todo el mundo estuvo mirando la posibilidad de ese acuerdo OPEP+, el cual se dio y es muy importante porque estamos frente a un colapso en la demanda, como lo está destacando la  Agencia Internacional de Energía (AIE) y otras organizaciones. La producción estaba subiendo antes de las declaratorias de cuarentena o aislamiento, mientras que la demanda disminuía en casos como el de China a fines de enero. Luego vino la falta de acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita para recortar producción y lo que hicieron fue aumentarla. Si sumamos esa subida de producción mientras que la demanda colapsaba debido a las restricciones de movilización, por tanto estamos frente a una tormenta perfecta. Se habla de un exceso de producción alrededor de 20 millones de barriles diarios, es decir, es una producción que en este momento no tiene mercado. Se está recortando la producción de las refinerías y por supuesto América Latina afrontará muchos problemas porque predominan las compañías estatales y los gobiernos dependen de los impuestos o regalías petroleras y de las ventas de combustibles. Por lo tanto, la situación tiene un impacto muy grave en la región. Ya vimos el anuncio de Petrobras de recortar 200.000 barriles diarios.
Si vemos el caso de los proyectos que se realizan en aguas profundas en Brasil y los de shale o lutitas en Argentina, ya estamos viendo un problema donde resulta difícil seguir realizando inversión porque el breakeven (precio de equilibro para cubrir costos) está alrededor de 40 o 50 dólares por barril.

-¿Cómo queda la producción de Estados Unidos que venía aumentando?

-Algunos proyectos se cerrarán y algunas empresas no van a poder salir de esta coyuntura, pero siempre está la posibilidad de que algunos productores de shale en los Estados Unidos puedan adaptarse a los precios. Si vemos lo que ocurrió en la última guerra de precios de hace cinco años, cuando mucha gente habló que iban a desaparecer debido al precio tan bajo, muchos se adaptaron a la nueva banda de precios. En esta oportunidad la situación es diferente, como señala la AIE, porque nunca habíamos visto un colapso de demanda  de este nivel y un desbalance muy fuerte. Al final de cuentas hay muchas empresas en los Estados Unidos que pueden adaptarse más rápido que las empresas estatales que están en otras partes del mundo.  

-Desde el punto de vista comercial, ¿Los planes costa afuera en Guyana se mantendrán?

-La respuesta es sí y no.  A finales de diciembre y principios de enero, ya estaba produciendo en el bloque Liza y por lo tanto los proyectos que ya está produciendo o están en marcha y los pozos que están por producir en términos comerciales seguirán y eso favorece a Guyana a diferencia  en lugar de los proyectos de shale en Argentina. Si estamos hablando de una torta de inversión de 25% menos, yo creo que los recortes afectarán mucho más los proyectos de Exxon Mobil en Argentina y tal vez Brasil, pero no en Guyana porque ya tienen mucho avance y están dominando. Creo que pueden seguir. No obstante, los que están en fase de exploración o de levantamiento tengo mis dudas, pero los que ya están produciendo van a continuar avanzando.

-¿Cuál es su lectura de por qué Chevron quiere seguir en Venezuela?

-Buena pregunta. Lo entendía hasta los últimos meses. Por las inversiones y porque Chevron tuvo la visión de que si se iba de Venezuela sería desplazada por empresas de Rusia o China. Hoy día no tengo idea porque quieren seguir en un momento en el que se están recortando inversiones y gastos de capital en un promedio de 40% en todo el mundo. No tengo una buena respuesta a esa pregunta si no sé cuál es la posición de Chevron.

-¿Qué importancia puede tener Venezuela para países empresas petroleras de China o Rusia?

-Estamos en un momento donde las oportunidades de reducir inversión se están concretando en todo el mundo, pero no creo que en este momento ni los rusos ni los chinos vayan a poner dinero en Venezuela.

-¿Estados Unidos o algunas de sus empresas necesita tener presencia en el sector petrolero de Venezuela?

-Yo estaba convencido que sí y que resultaba importante porque el año pasado tuve la expectativa de un cambio político. Durante la primera mitad del año pasado, pensaba como mucha gente que se podía dar ese cambio y por lo tanto pensaba que sí era importante que una empresa, en este caso Chevron, estuviera en Venezuela. Uno no sabe en este momento que país está pero si Venezuela o Siria, por supuesto que en Siria hay una guerra civil pero hay cosas que pasan en Venezuela que pareciera estar empatada con Siria. Estamos hablando de un Estado colapsado, por tanto que cuando haya un cambio, es importante contar con una empresa que pueda estar para actuar frente a un sector como el petrolero que tiene activos dañados y está casi sin operar. Hoy en día resulta difícil para mí seguir con ese lineamiento.

-¿Para qué Venezuela logre tener el rol que tuvo implicaría un cambio político?

-Sí. Necesitaría prácticamente borrar casi todo.

-¿El interés de empresas de China y de Rusia en Venezuela es más comercial o geopolítico?

-En principio China y Rusia tienen un interés por el recurso, por el petróleo, y por supuesto comercial, pero cuando se les ve que escogen atravesar una tormenta perfecta como la que vive en Venezuela, entonces, sin duda, se percibe más un compromiso geopolítico. En la actualidad percibo que el interés de China es más comercial, quizás para cobrar lo que Venezuela le debe a cambio de petróleo, pero en el caso de Rusia –y más de Vladimir Putin- el interés de estar en Venezuela es importante por esa visión que ha existido contra Estados Unidos desde los años de la Unión Soviética.

-¿Qué ocurrirá con los proyectos de expansión y aumento de producción que se tenían en Colombia y en Ecuador?

-Las empresas que están reduciendo en mayores porcentajes sus inversiones o gastos de capital son muchas que tienen proyectos tantos en Colombia como Ecuador. En el caso de Colombia podrían quedar bajo el control de Ecopetrol si se trata de nuevas inversiones; y veamos también el acuerdo que firmó con Oxy para participar en la cuenta Permian en Estados Unidos y en proyectos de shale oil o petróleo en lutitas, de manera de adquirir experiencia pero ahora Oxy afronta problemas y se encuentra batallando para sobrevivir; y por otro lado, los proyectos de shale en Colombia se encuentran en la incertidumbre por las decisiones judiciales y el actual nivel de precios no hace atractivo esos proyectos. 
En el caso Ecuador, su gobierno el año pasado estuvo fuertemente relanzando un nuevo modelo para también para atraer inversión que  ahora se ve limitado de avanzar.

-¿Qué puede pasar con el sector petrolero mexicano post cuarentena? ¿Manuel Andrés López Obrador (AMLO) podría asumir el pragmatismo de Enrique Peña Nieto?

-No creo. AMLO es un presidente que está negado al cambio, siempre tiene la respuesta y ningún experto puede convencerlo. Por otro lado, Pemex está prácticamente insolvente, la producción de México está cayendo pero siguen hablando de no reducir la inversión y AMLO habló de elevar el dinero para que Pemex sea más fuerte  y eso es como colocar el dinero en malos proyectos. Al mismo tiempo, todavía en la actual coyuntura habla de una lista de inversiones. Durante tres meses he escuchado de esa lista y AMLO la sigue mencionado. Yo tengo dudas sobre lo México pueda hacer en estos momentos y resulta casi que imposible que esas inversiones se puedan concretar porque más bien estamos viendo como hay una reducción en todo el mundo.

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PUBLICADO: 12 de abril de 2020
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