Los representantes de la empresa estadounidense Chevron no quieren irse de Venezuela. Esperan que antes del 27 de julio, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en ingles) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos extienda la licencia o excepción con el fin de mantener una operación mínima, pero desde enero también han venido trabajando en una suerte de plan B: paralizar operaciones definitivamente e irse del país.
En el informe anual del ano 2018, presentado durante el primer trimestre de 2019, advertían a los inversionistas y accionistas sobre las trabas que afronta en Venezuela, las cuales se han agravado desde enero de 2019 con la imposición de sanciones por parte de la OFAC. “Eventos futuros pudieran hacer desafiantes las operaciones en Venezuela, que llevarían a una disrupcion del negocios”, informo Chevron.
Posteriormente, el informe financiero y operacional del primer trimestre de 2019 resalta que las ganancias del periodo fueron inferiores en 11,8% con respecto al mismo periodo de 2018 debido a que la situación cambiaria de Venezuela genero una baja por el orden de 288 millones de dolares.
La producción de las 4 empresas mixtas en las cuales Chevron es socia de PDVSA (Petroindependencia, Petroboscan, Petroindependiente y Petropiar) están aportando alrededor de 165.000 barriles diarios, según indica una fuente vinculada a la estatal venezolana y este volumen corre el riesgo de perderse sin que exista la posibilidad que otra empresa extranjera asuma estos activos.
PUBLICADO: 14 de julio de 2019