El Mundo de la Energía
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CIEA: Producción de petróleo de Venezuela seguirá declinando en 2019

En un reporte del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA (CIEA) sobre la situación de la industria petrolera venezolana y del mercado internacional en el primer trimestre de 2019 se afirma que los precios del crudo han experimentado una tendencia al alza por las sanciones a Irán y Venezuela, así como el recorte de producción anunciado por la OPEP a finales de 2018.
Entre la primera semana de enero y la última semana de marzo se evidencia un incremento de 27%, ubicándose el marcador Brent, el WTI y la Cesta venezolana en 67,57, 59,3 y 61,60 dólares, respectivamente, acota el informe.
En marzo de este año, la producción de crudo de los países miembros de la OPEP fue de 30,02 millones de barriles diarios registrando una disminución de 534.000 respecto al mes de febrero, según cifras de fuentes secundarias del reporte de la organización de abril.
El recorte de la producción anunciado por la OPEP en diciembre de 2018 ha sido liderado principalmente por Arabia Saudita, quien ha presentado una disminución total de 1,22 millones de barriles diarios entre noviembre y marzo de 2019.
Por otra parte, se espera un incremento de la producción de los países no miembros de la OPEP, especialmente Estados Unidos, el cual se prevé que aumente su oferta de crudo en 13% en 2019, equivalente a un incremento de 1,46 millones de barriles diarios.
En marzo, la producción de crudo de Estados Unidos fue de 12,08 millones de barriles diarios, según cifras de Short-term Energy Outlook de la EIA.
Entre febrero de 2010 y febrero de 2019 la producción de petróleo no convencional de Estados Unidos pasó de 0,7 a 7,4 millones de barriles diarios.
De acuerdo con el reporte 2019-2024 de la Agencia Internacional de Energía (IEA), se proyecta que gracias al auge del petróleo no convencional, Estados Unidos impulse el 70% del crecimiento de la capacidad de suministro mundial de petróleo en los próximos cinco años, se convierta en exportador neto de crudo en 2021 y se posicione para el 2023 como el segundo exportador de crudo en el mundo.
El caso Venezuela
La producción de crudo de Venezuela registró en marzo una disminución de 472.000 barriles diarios para ubicarse en 960.000 b/d, según las cifras que reportó el gobierno a la OPEP.
Por otra parte, según cifras de fuentes secundarias, en marzo la producción de crudo disminuyó en 289.000 barriles diarios para ubicarse en 732.000 b/d. La actual producción de Venezuela equivale a los niveles de hace 74 años, acota el informe del CIEA.
En marzo la actividad petrolera de Venezuela se vio afectada tras el colapso del sistema eléctrico, la reactivación de los equipos petroleros representa una alta demanda de electricidad, lo que implica un riesgo para estabilizar el sector.
En una nota del portal Bloomberg de principios de abril, se explica que la principal demanda de energía proviene de los mejoradores, que son las instalaciones que convierten el petróleo extrapesado en mezclas más comerciales.  Actualmente solo dos de los cuatro mejoradores del país fueron puestos en marcha.
Como el gobierno venezolano prevé que el plan para reforzar la infraestructura eléctrica se prolongue un año, la actividad petrolera puede verse comprometida para los próximos meses.
Adicionalmente, la situación de deterioro de PDVSA en términos financieros, de capital humano e infraestructura acompañado de las sanciones de Estados Unidos (que impide principalmente la importación de diluyentes), vislumbra la continua caída vertiginosa de la producción para este año. The Oxford Institute for Energy Studies estima que a finales de 2019 la producción venezolana estará entre 600 y 800.000 barriles diarios.
El colapso del sistema eléctrico en marzo y las sanciones de Estados Unidos a la industria petrolera de Venezuela agudizarán las bajas exportaciones en 2019, debido al impedimento de exportar crudo a la nación del norte y la importación de productos derivados como aceites, diésel y MTBE para procesar gasolina en el país.
Según cifras mensuales de la EIA, Venezuela importó en promedio 135.000 barriles diarios de productos derivados en 2018, el doble que en 2017 y 7 veces más que en 2010.
Las sanciones pueden producir un déficit en el mercado local a corto plazo y declinar la producción de petróleo, debido a la restricción de diluyentes necesarios para mezclar con el crudo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco y así poderlos comercializar.
La primera consecuencia de las sanciones a las exportaciones de crudo hacia Estados Unidos es la pérdida del principal socio comercial que genera flujo de caja para Venezuela. En 2018, el país suramericano exportó a Estados Unidos 505.000 barriles diarios en promedio, según cifras de la EIA, lo que equivales a 11.700 millones de dólares que ahora se tiene que generar en otro mercado.
La India, que es el segundo mayor cliente de PDVSA que paga en efectivo, ha detenido cualquier tipo de negocio con la estatal venezolana debido a las sanciones; por lo que, Rusia ahora ha aparecido como la principal opción para el envió de crudo.
La decisión de recibir barriles adicionales parece responder más a motivos geopolíticos que por necesidad (Rusia es el mayor productor de petróleo de los países no miembros de la OPEP).
También hay que  destacar que la mayor parte del crudo enviado a Rusia y China corresponde a pago de deuda, por lo que sumando el coste de transporte hacia estos países más la baja calidad del crudo venezolano, se genera un menor margen de ganancia para la empresa estatal.

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PUBLICADO: 26 de abril de 2019
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