El Mundo de la Energía
Miércoles 25 Diciembre 2024 03:02:35 AM

Relatos venezolanos de cuarentena en el Reino Unido (y 3)

Cortesía @Friedalive

Esta es la última parte de unas conversaciones con cinco venezolanos que viven desde hace varios años en el Reino Unido y cuyos relatos revelan cómo han lidiado con la cuarentena que se impuso para evitar la propagación del coronavirus.
Hasta la tercera semana de mayo, suma 255.544 casos de COVID-19 y 36.475 muertos, de acuerdo al monitoreo que realiza la Universidad Johns Hopkins.
Un primer testimonio lo ofrece Ana Marisol Angarita, una periodista venezolana, quien emigró a Gran Bretaña en 2004, trabajó durante ocho años para la British Broadcasting Corporation (BBC), y actualmente labora para el servicio de salud público (NHS por National Health Service) como terapista complementaria, con niños y adultos en un hospital tratando de mejorar su calidad de vida a través de masajes, reflexología y aromaterapia.
“La economía se ha visto afectada como en todas partes del mundo. No todos pueden trabajar desde su casa. Muchos negocios han bajado producción como Starbucks o la gente que trabaja en los pubs. La gente que trabaja a nivel de servicios se ha visto muy afectada. Hay un subsidio del gobierno que pagará 80% de los salarios de los trabajadores y el resto corre por cuenta del empleador. Conozco a cuatro personas que están recibiendo este beneficio”, comentó Angarita.
Está el caso de Arístides Pietrangeli, licenciado en Comunicación Social egresado de la UCAB y quien residen en Londres desde febrero de 2001. Él comenta que aún no se sabe el impacto de la pandemia en la economía, pero señala que hay muestras de caída en los principales indicadores de la vida cotidiana. “Mi pensión cayó 23% en valor hace dos semanas (finales de marzo). Hay gente que dice que no va a ser tan grave como la crisis de 2008, pero va a ser difícil. La agencia en donde trabajo no ha hecho despidos, pero congelaron todas las contrataciones y terminaron los del tipo freelance”, agregó.
Conozco casos de reducciones de personal y otros que están en la condición de “Furlough” (permiso), que implica que gobierno paga 80% del sueldo hasta un cierto límite, lo que garantiza el puesto de trabajo hasta que culmine la emergencia.
Por su parte, Wilfredo Laboren, quien también es periodista y vive en Nottingham (al norte de Inglaterra), fue más enfático en su narración. “La economía está paralizada. Habrá subsidios bastantes importantes del gobierno. Una de las primeras medidas fue garantizar el 80% de los salarios de los empleados y los trabajadores a destajo, según el promedio de los últimos tres años en la declaración de impuestos y hasta un máximo de 2.500 libras esterlinas al mes por seis meses (el período está en revisión)”.
También existe un sistema de seguridad social que garantiza el ingreso mínimo de 94 libras a la semana y en los últimos quince días más de 900.000 personas solicitaron esta ayuda, según Laboren.
En relación a las empresas, el paquete de medidas del gobierno incluye préstamos sin intereses y donaciones de hasta 25.000 libras para industrias pequeñas y comerciantes.
“Una de las condiciones del gobierno para ayudar a las empresas era mantener la nómina, de esa manera los préstamos serían pagados según el número de empleados, lo que detuvo los despidos masivos de los primeros días. Los empleados tienen su estatus por la compañía, pero el sueldo es pagado por el gobierno”, dijo Laborén.
Algunas personas han perdido su empleo. “Los taxistas que trabajan al lado de la estación del tren de Nottingham se quedaron sin pasajeros y por ende sin sustento No he conocido a nadie que haya sido despedido”, comentó.
Por su lado, María Alejandra Gómez, quien es ingeniero químico egresada de la Universidad Simón Bolívar (USB) y vive en County Durham coincidió con Laboren. “La economía ha sido bastante afectada. El gobierno lanzó una serie de iniciativas para ayudar a los negocios y a los que trabajan por su cuenta (freelance) porque se espera que las pérdidas sean gigantes y está previsto entrar en recesión si se alarga la cuarentena”.
Sin embargo, según Gómez hay reportes que los bancos no están pasando la ayuda a los negocios. “No conozco a nadie que haya perdido su empleo, pero en la empresa en donde trabajo hay personas en condición de furlough”. Explica que cuando el agraviado está temporalmente fuera del trabajo con un permiso no remunerado. “El gobierno se comprometió a pagar el 80% del sueldo”.
“Las pérdidas por turismo son enormes La zona donde vivo es un área turística con muchos sitios que ofrecen el servicio de Bed and Breakfast (posadas) y Glamping (Camping con comodidades). La temporada comenzó formalmente la semana pasada con la pausa de mitad de año (half term) de los colegios, pero la pandemia obligó a cancelar todo. Mucha gente de la zona redondeaba sus ingresos con esos servicios”, puntualizó Gómez.

Los contagios y muertes

“He sabido de pacientes que han sido sospechosos de haber contraído el virus, pero que no han sido positivos. El control de infecciones en el hospital donde trabajo  es muy estricto para conservarlo solo como centro de atención para el cáncer”, señaló Angarita.
“Sí conozco pacientes que han muerto por COVID-19, pero no los he visto. Sé que en el hospital ha habido muertos por el coronavirus, pero eran pacientes con una condición preexistente como el cáncer y tenían problemas con su sistema inmunológico porque no funcionaba a cabalidad, un factor de riesgo muy alto”.
Pietrangeli ha sabido de personas que contrajeron la enfermedad como padres de compañeros de estudio en el colegio de sus hijos.
El testimonio de Laboren es similar pues un tío de un amigo,  falleció en abril. “Era un hombre de 94 años con Alzheimer y otras enfermedades crónicas. Aunque fue trasladado al hospital, lamentablemente murió en menos de 5 días”.
Laboren hizo una reflexión final: “Este virus ha demostrado lo frágiles que somos. Parece que ataca a los más débiles en todos los aspectos, aquellos con cuadros de salud crónicos, los que por decisión o destino manejaban una economía ad hoc y vivían al día, aquellas empresas sin un plan de desarrollo planificado, personas con sistema de valores morales egoístas y aquellos con cuadros de salud mental frágiles”.
“Los registros de llamadas de personas con problemas de salud mental se han incrementado de manera alarmante en este período de aislamiento. Los matrimonios y relaciones familiares han estado bajo una presión extrema”.
Susana Szlezinger, quien también es periodista y vive en Nottingham explicó que se ha visto afectada por la pandemia. “Mis hijos aparentemente tenían síntomas de coronavirus y tuvieron que autoaislarse con su papá por 14 días. El papá de una amiga murió de coronavirus en su casa en Miami”.
Gómez también se ha visto afectada por la enfermedad. “Dos hermanas de mi pareja lo contrajeron, una de ellas trabaja en una farmacia y asumimos que la otra se contagió. Ambas se recuperaron. Gracias a Dios no tengo noticias de que haya muerto algún conocido”. 
A largo plazo, Gómez tiene las mismas preocupaciones de la mayoría: “¿Cómo se van a levantar las restricciones y qué va a pasar cuando se haga? “No quiero salir de mi casa, entiendo que estoy en una posición privilegiada porque no tengo que volver al trabajo, pero ¿cómo van a levantar las restricciones y al mismo tiempo evitar otro aumento en el número de casos?”. Lo otro que preocupa es la capacidad del NHS (National Health Service) para lidiar con esto por tiempo indefinido”. 


PUBLICADO: 23 de mayo de 2020
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