Por Alvaro Ríos RocaSocio Director de Gas Energy Latin America.
A fines de 2017 se realizó el Foro de Países Exportadores de Gas realizado en Santa Cruz, Bolivia, donde se debatieron muchos temas y dos de ellos creemos que merecen análisis.
El primero, está relacionado a demandar que el planeta impulse aún más el desarrollo tecnológico y promueva una regulación que fomente el uso de gas natural y desplace al carbón y derivados de petróleo en generación eléctrica, donde es extremadamente eficiente en su combustión en plantas de ciclo combinado y que son respaldo a energías alternativas renovables intermitentes y de transición a un planeta eléctrico.
En la misma línea, se demandó desarrollos tecnológicos y políticas públicas que promuevan e impulsen la utilización de gas natural en el segmento transporte, con GNL, en el sector marítimo, en transporte pesado en flotas de camiones y buses y en maquinaria pesada. Recordemos que el transporte de vehículos livianos, todo indica, transitara rápidamente a vehículos eléctricos.
El gas natural, no cabe la menor duda, que es el energético del siglo XXI, que ayudará a descarbonizar el planeta y elemento de transición a otros tipos de energía. Lo anterior, por ser un energético abundante, limpio, con infraestructura desarrollada y por ser competitivo.
Es sobre esta competitividad del gas natural que queremos plantear el segundo tema de análisis. En la declaración de Santa Cruz de los países exportadores de gas se puede leer: “tenerun enfoque más equitativo de distribución de riegos en el tema de mecanismos de precios de gas, vinculado al petróleo y sus derivados, para asegurar un precio justo para el gas natural, tomando en cuenta sus ventajas en términos de eficiencia energética y primas medioambientales”.En las siguientes líneas trataremos de interpretar este enunciado.
Un sin número de transacciones de gas natural, especialmente de GNL, aún se realizan a nivel internacional y regional en función de marcadores de precio como son el petróleo y sus derivados y que tenían razón de ser en el pasado. Analicemos esto con los dos contratos más importantes que se tienen en el Cono Sur.
En el contrato Bolivia Brasil, que se negoció 20 años atrás, los precios del gas natural se los vinculo a varios tipos de Fuel Oils, porque el objetivo central era reemplazar estos en la generación eléctrica y el gas tenía que ser competitivo contra estos productos. Para el contrato entre Bolivia y Argentina, se utilizó el mismo modelo debido a que una parte de generación eléctrica aún se la hace con derivados del petróleo, debido a la crisis de desabastecimiento de gas natural.
Esta situación ha cambiado y está cambiando radicalmente en el Cono Sur con la llegada del GNL, con más gas producido offshore en Brasil y shale en Argentina y recientemente la irrupción de las energias eólica y solar con muy bajos costos. Si el mercado hace su trabajo y fomenta transacciones competitivas e integración, se deberían crear una especio de nodos (HUBS) de marcadores de gas tanto en Brasil (San Pablo) y Argentina (Buenos Aires). En estos HUBS deberían competir gas producido localmente, gas importado de Bolivia y gas importado GNL.
El gas boliviano y el gas producido localmente en Argentina y Brasil, tendrá que competir con GNL producido en los plays de shale en Estados UNidos y que tienen costos de producción, licuefacción, trasporte hasta Brasil y Argentina y regasificacion. Los compradores de gas natural, que obviamente buscan los menores precios, podrán utilizar el GNL en una especie de techo para negociar gas producido localmente e importado de Bolivia. El marcador podría ser el Henry Hub por ejemplo en reemplazo de los Fuel Oils.
En este contexto de desregulación, competencia y mercado, el gas natural producido en Bolivia resulta altamente competitivo (a pesar de la elevada carga tributaria). Los campos están en una zona geológicamente muy conocida, se conocen los factores de recobro, son altamente productivos los pozos que se perforan y además se cuenta con una infraestructura depreciada y desarrollada para procesar y transportar el gas natural hasta las fronteras.
Por lo anterior expuesto, el precio más justo para el gas natural en el Cono Sur, es que saldrá de las transacciones del mercado y donde los compradores optarán por las opciones que más les convengan y donde la competencia será, todo indica, de gas con gas y el marcador de precio no será más el petróleo o sus derivados.
PUBLICADO: 29 de enero de 2018